Poza de la Sal
Casas de entramado de madera y blasonadas de la Plaza Nueva |
A 25 km de Briviesca se encuentra Poza de la Sal; una villa
medieval adaptada a la geografía en fuerte pendiente donde se apiñan las
viviendas de piedra. Su antigua muralla
construida con cuatro puertas alrededor del siglo XIII se conserva
prácticamente en su totalidad, su castillo y sus famosas salinas explotadas
desde el siglo I, son los puntos fuertes que se deben visitar de la antigua Salionca de los autrigones y de la
ciudad romana de Flavia Augusta.
Plaza Nueva
Puerta del Conjuradero |
Lo primero que verás al llegar a Poza
de la Sal es la Plaza Nueva construida
en el año 1660 por orden de Doña Juana de
Rojas y Córdoba, V Marquesa de Poza y la Puerta del Conjuradero o Arco de la Concepción que sirve de puerta
de entrada y acceso principal al interior de la villa, donde se encuentran
algunas casas blasonadas. Desde 1694,
en el balcón situado sobre el arco, los sacerdotes conjuraban el Tentenublo para que el tiempo no
afectara a las salinas, ni a las cosechas. Tras pasar el arco reformado en el
siglo XVII te encontrarás con la Plaza
Vieja rodeada de casas con
soportales sostenidos por pilares de madera.
Entrada a la muralla por la Calle La Red |
Antes de entrar al centro histórico,
acércate hasta el mirador sobre La
Bureba, las vistas son impresionantes, también mira hacia arriba, seguro que
ves aves rapaces. En la Calle La Red
se encuentra un paño de la muralla levantada por orden de Don Juan Rodríguez de Rojas en el año 1300 con una puerta abierta
en 1741 que te adentra en la Plaza de la
Villa donde se encuentra el Ayuntamiento
construido en 1595 y la Oficina de Turismo de Poza de la Sal donde se encuentra el Espacio Medioambiental Félix Rodríguez de la Fuente.
Espacio Medioambiental Félix Rodríguez de la Fuente
Espacio Medioambiental Félix Rodríguez de la Fuente |
En la Plaza de la Villa se inicia el itinerario urbano: Un paseo por el primer cielo que tiene
su punto de inicio en el Espacio
Medioambiental Félix Rodríguez de la Fuente donde encontrarás una
exposición sobre su infancia y publicaciones sobre su muerte que sirven para
recordar su legado. Félix Rodríguez de la
Fuente nació en Poza de la Sal el 14 de marzo de 1928, el hábitat del Páramo
de Poza y de Masa, el Salero, el peñón del Castillo y La Bureba, determinaron
la carrera de naturalista de Rodríguez de
la Fuente salpicada de corzos, jabalíes, lobos, zorros, buitres, águilas,
alimoches, ginetas y garduñas.
Callejeando por Poza de la Sal
Casas de piedra y entramado de madera |
En Poza de la Sal predominan las calles
angostas y en pendiente, salpicadas de casas
de gran altura (de 3 y 4 pisos) para el aprovechamiento de la luz y para ganar
mayor espacio. El primer piso está construido con sillería u ofita, una piedra
subvolcánica de gran ligereza que también puede encontrarse en el empedrado de
las calles de Poza de la Sal, mientras que los pisos están construidos en adobe
y entramado de madera con enlucidos en
yeso.
Iglesia Parroquial de los Santos Cosme y Damián
Iglesia Parroquial de los Santos Cosme y Damián |
La Iglesia Parroquial de los Santos Cosme y Damián es un templo
construido entre los siglos XIII y XV en estilo gótico, con una portada barroca de 1648 obra de Simón Cordero y Esteban Iturriaga. Presenta planta basilical con tres naves cubiertas
con bóvedas de crucería y un abigarrado Retablo
Mayor de mediados del siglo XVIII.
Calle Mayor
Calle Mayor de Poza de la Sal |
En la Calle Mayor 18, encontrarás la Casa donde nació y vivió su infancia
Félix Rodríguez de la Fuente. Su
cuadrilla llamada Dios te libre
estaba formada por sus amigos Antonio San
Juanes y Policarpo de la Fuente.
Cada verano las aventuras de los tres muchachos les llevaba a descubrir nidos
de vencejos, abubillas y gorriones, así como toda la naturaleza de La Bureba.
Centro de Interpretación de Las Salinas
Centro de Interpretación de Las Salinas |
El Centro de Interpretación de Las Salinas se encuentra en la antigua
Casa de la Administración de las Reales Salinas; un edificio construido por
orden del rey Carlos III de España entre
1789 y 1796 y que estuvo en funcionamiento como Oficina de Control hasta 1868. Desde
el 2003 acoge una exposición en su interior que ayuda a entender la importancia
de uno de los diapiros salinos más
importantes de mundo y el más grande de Europa: el diapiro de Poza de la
Sal. Un diapiro salino es una formación salina en forma de cilindro, seta o
gota que se abre paso por la tierra y emerge a la superficie, desde hace más de
210 millones de años. Un inmenso cráter de unos 2’5 km de diámetro encierra la
cuenca salinera de Poza de la Sal desde el Triásico. De forma didáctica,
científica y etnográfica el Centro de Interpretación de Las Salinas muestra los
procesos de explotación y los secretos de elaboración de sal, con ayuda de
maquetas, paneles explicativos y objetos que un día formaron parte de la
actividad de las salinas.
Las Salinas de Poza de la Sal
Salinas de Poza de la Sal |
Gracias a las Salinas de Poza de
la Sal, la villa se convirtió en el siglo X, en el centro productor de sal más importante del norte peninsular. Reyes, nobles
y clero quisieron sacar tajada del tesoro salino y en 1135 el rey Alfonso VII de León le concedió fueros a
la villa, en 1170 el rey Alfonso VIII
de Castilla la entrega en arras a su esposa Leonor
de Inglaterra. En 1298 el rey Fernando
IV le otorgó el señorío de Poza a la familia Rojas y pasa a ser un marquesado en 1530 con el reinado de Carlos I. En 1564 Felipe II de España establece el monopolio real de la producción y venta de sal que durará hasta
1868.
Castillo de los Rojas
Castillo de los Rojas |
El Castillo de los Rojas fue construido en el siglo XI para defender
la villa de Poza de la Sal y las salinas, aunque el edificio que podemos ver
hoy es de la última reconstrucción del siglo XVI. En el siglo XIV la familia Rodríguez de Rojas lo reconstruye para
defender las riquezas que se extienden a sus pies. Funcionó como prisión
durante la Guerra de la Independencia (1808 – 1814) y las Guerras Carlistas (1833
– 1876). Conserva un patio con aljibe y las torres de vigilancia de la guardia
que se pueden visitar sin pagar entrada, accediendo a través de una escalera
tallada en la roca. Su visita permite contemplar una vista panorámica sobre el Salero, el Páramo de Masa y La Bureba.
Todo el material publicado en
Redes Sociales durante mi viaje a La Bureba puede consultarse a través del
hashtag #DestinoBurgos
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