Belorado
Soportales de la Plaza Mayor de Belorado |
Belorado es una antigua villa
medieval que fue frontera entre el imperio musulmán y el cristiano. Allá, por el
año 1116, el Rey Alfonso I de Aragón
la dotó de un recinto amurallado (hoy
desaparecido), del primer fuero de
Castilla (el segundo en la historia de España).
La villa, además, tuvo varios privilegios para
su repoblación, así como el permiso para celebrar mercado (el primer mercado de
España que ha sido documentado) y que aún se sigue celebrando los lunes en su Plaza Mayor.
Qué ver en Belorado
Plaza Mayor de Belorado
Iglesia de San Pedro Apóstol, Ayuntamiento y Oficina de Turismo |
En la Plaza Mayor se encuentra la Oficina de Turismo de Belorado, el mejor lugar para iniciar tu ruta de descubrimiento por la localidad y
descubrir los restos de la antigua Bellumfori
y del oppidum romano.
En su
interior se exponen algunas estelas funerarias de cuarcita, un photocall del burladero de una plaza de
toros ¡con capote y montera!, así como paneles informativos sobre el patrimonio
arqueológico, histórico, cultural y natural de Belorado.
Templete de la Plaza Mayor de Belorado |
La Plaza Mayor de Belorado es una plaza porticada del siglo XVI de
estilo castellano que está presidida en el centro por un templete de planta octogonal construido en el siglo XX y rodeada de
casas que lucen grandes blasones, como la casa blasonada de Ungo de Velasco construida en el siglo
XVIII.
Casa Municipal de las Asociaciones |
En un lateral de la Plaza Mayor se encuentra la Iglesia de San Pedro Apóstol, templo
barroco del siglo XVII donde nos dicen que el Retablo Mayor, obra de Manuel
y Pedro Román Solano de 1760, es el
más hermoso de Belorado.
En el lado opuesto, la Casa Municipal de las Asociaciones homenajea al botánico local Hipólito Ruiz Pérez con un mural pintado por Alegría del Prado, grupo formado por los artistas Octavio Macías Alegría y Ester González del Prado.
La iniciativa,
llamada Wall-King, que ya ha pintado
varios murales en edificios de propiedad municipal, y pretende convertir a Belorado
en un museo al aire libre.
Paseo del Ánimo
Rosa María Calaf en el Paseo del Ánimo de Belorado |
Por la Calle Ramón y Cajal se llega al "Paseo de la Fama" de
Belorado, llamado Paseo del Ánimo y
que se transcurre por la Calle Mayor,
la Calle Raimundo de Miguel y Navas y
la Calle Hipólito López Bernal.
Desde
2009, estrellas del deporte, la cultura y personajes famosos han dejado la
huella de su mano (como símbolo de acogida) y la de su pie (como símbolo de
acompañamiento en el camino y personas que dejan huella) en baldosas que cubren
el pavimento del Camino de Santiago
que pasa por Belorado.
De momento, los actores Martin Sheen y Deborah Kara
Unger, los deportistas Edurne Pasabán,
Marta Domínguez, Gebregziabher Gebremariam, Fernando
Romay, Miguel Indurain y Alberto Contador o los periodistas Carlos Herrera y Rosa María Calaf ya han dejado su impronta.
Iglesia de Santa María
Iglesia de Santa María |
Muy cerca se encuentra la Iglesia de Santa María, un templo
renacentista del siglo XVI de tres naves con crucero y cuatro capillas,
levantado sobre un templo anterior románico. La fachada realizada en piedra de
sillería fue reconstruida en 1901 en estilo neogótico con una espadaña clásica.
En su interior destacan: el retablo
barroco del siglo XVI del Altar Mayor que acoge la imagen gótica de la Virgen
del siglo XIII (del templo anterior llamado de Santa María de la Capilla), el
retablo de la Capilla del Apóstol
Santiago, así como la Capilla de los
Mendoza-Salazar del siglo XVI y dedicada a San Nicolás de Bari.
Street Art en Belorado
Casa blasonada de los Salas con el mural pintado por Regue Fernández |
Un buen lugar para perderse en
Belorado es por el antiguo Barrio del
Corro conocido en la actualidad como Ollerías
Viejas y que corresponde a la antigua
judería de la Edad Media que se ubicaba junto a la muralla.
La población
judía se asentó en Belorado en el siglo XII gracias al comercio y al Camino de
Santiago, que se convertirían en dos buenas fuentes de ingresos.
Los judíos se convertirían en los responsables del cuidado y reparación de la Torre del Homenaje y de la muralla
de Belorado, a cambio de no pagar impuestos al rey.
Museo Internacional de Radiocomunicación (MIR)
Carro de combate M-60 Patton junto al Checkpoint Charlie |
Un antiguo silo de cereales
alberga hoy el Museo Internacional de
Radiocomunicación (MIR) Inocencio Bocanegra; un magnífico museo con varios
puntos de interés. Nada más entrar, lo harás en la Berlín ocupada de finales
del siglo XX, ya que tras pasar las torres de vigilancia te toparás con el Checkpoint Charlie de Friedrichstrasse de la capital alemana.
Es el Punto de control más famoso del mundo: ¡el del Muro de Berlín! Junto al Checkpoint
verás un tanque, sí, has leído bien,
un verdadero carro de combate M-60 Patton ATTS usado durante la Guerra Fría y
el único visitable de España.
Recreación del Titanic
Uno de los camarotes recreados del Titanic |
Tras pasar por la puerta del único silo rehabilitado de España como
lugar expositivo, no entrarás en un granero lleno de herramientas del
campo, entrarás en la cubierta del mismísimo Titanic. ¿Sorprendente verdad?
Pues sigue
leyendo, esto no ha hecho más que empezar. La música que suena en el pasillo de
entrada es la partitura original que
escucharon los pasajeros de primera clase al acceder al barco.
Reproducción de la Sala Marconi del Titanic donde se lanzó el S.O.S. |
En Belorado se
ha reproducido fielmente los camarotes
de primera clase de la cubierta de botes del RMS Titanic, un baño, la Sala Marconi desde donde se pidió ayuda la noche del 14 de abril de
1912 y el camarote de los radioperadores
Harold Bride y Jack Phillips.
Si hay en la historia un episodio más famoso relacionado
con el código morse es el del hundimiento del Titanic: • • • – – –
• • •, desde la tragedia fue instaurado como código de auxilio.
Bodega de un C-47 Dakota
Receptores de radiocomunicación en el interior de la bodega de un C-47 |
La puerta por la que se accedía a
la Gran Escalera de primera clase del RMS Titanic, se convierte en Belorado, en
el decorado de la bodega de un C-47
Dakota. Nos convertimos por un momento en uno de los 13.400 paracaidistas
americanos del Desembarco de Normandía.
Tras ese viaje en el tiempo al 6 de
junio de 1944, donde hemos oído el sonido del avión de transporte, nos
encontramos con el mismo modelo de receptor
del Enola Gay; el bombardero que lanzó la primera bomba atómica sobre Hiroshima
o el receptor del Lockheed Model 12
Electra Junior, el avión utilizado en la película Casablanca.
Sala de la Segunda Guerra Mundial
Sala de la Segunda Guerra Mundial |
Saltamos a la Sala de la Segunda Guerra Mundial, donde
se exhibe el primer móvil de la historia,
un Motorola DynaTAC 8000X que mide 25 cm. y pesa 793 gramos, también conocido
como el "Banana Phone".
Estados Unidos pudo comunicarse de costa a costa en 1915 gracias a unas
válvulas electrónicas llamadas triodos,
y Bell Telephone hizo el resto. Hasta que en 1947 aparecieron los transistores (Premio Nobel de Física de
1956) uno de los inventos más importantes del siglo XX que han ayudado a
reducir paulatinamente el tamaño de los aparatos electrónicos.
También podrás
verlos aquí, junto al aparato que anunció el 7 de diciembre de 1941 el ataque
de Pearl Harbor o el mismo modelo de radiocomunicación que tenía el presidente Harry S. Truman en el Despacho Oval.
Sala de la Guerra Fría
Trajes espaciales en la Sala de la Guerra Fría |
Salimos a la Sala de la Guerra Fría, donde los aparatos de radioescucha y espionaje
hacen compañía a un traje espacial
similar al utilizado por Yuri Gagarin
en 1961 y a un casco de piloto de caza
al más puro estilo de Top Gun.
En este museo se ha reunido toda la historia de
las comunicaciones inalámbricas de onda, a través de algunos de los episodios
más importantes de la historia de la humanidad, sus protagonistas y los
aparatos que lo hicieron posible.
Los espías también tienen su espacio en el MIR |
La colección donada por el ingeniero burgalés
Inocencio Bocanegra está considerada una
de las cinco mejores colecciones sobre radiocomunicación y la más grande de Europa (todos los equipos son originales y
funcionan).
Expuestos de forma didáctica y relacionados con etapas y periodos
históricos, todos los equipos de radiocomunicaciones de uso civil, así como los
equipos de uso militar, muestran su función y la evolución de los dispositivos
desde 1931 hasta 2004.
Recreación de una trinchera de la Primera Guerra Mundial
Vista de la trinchera, a la izquierda el acceso al puesto de socorro |
La visita no acaba aquí, tras
pasar la última puerta, te espera la mayor
recreación de una trinchera de la Primera Guerra Mundial de Europa.
Realizada a tamaño real, es la única trinchera reconstruida de España, donde
podrás conocer los diferentes espacios que la componía.
Entrarás en el "hospital"
o puesto de socorro donde eran atendidos los enfermos y los heridos, allí verás
expuestas algunas piezas clave del equipo médico como la bolsa de transfusión,
el bisturí, la sierra o el machete.
La cocina tiene la leña preparada para
encender las estufas y la despensa con estanterías tiene las provisiones
ordenadas llenas de sacos, latas y cajas y algún que otro tonel de vino.
A la izquierda puede verse el protector contra las mordeduras de ratas |
Los dormitorios con literas para
los soldados están listos para la batalla contra las ratas, debido a las
condiciones insalubres y el peligro de las mordeduras de estos roedores, se
ideó un tipo de jaula protectora para protegerse de las terribles mordeduras de
las ratas.
Continuamos hasta el espacio reservado para los oficiales que tienen
muebles y más comodidades que los soldados. Aquí se encuentra el puesto de
mando, el cuerpo de guardia, el dormitorio, el salón y la centralita, mientras
te topas con las máscaras de gas o las mantas para cubrirse en caso de ataque químico.
Por último, acércate hasta el M.A.S.H.; el Hospital
de campaña del ejército y al helicóptero
UH Bell 1 que está listo para despegar.
Más información: Museo
Internacional de Radiocomunicación Inocencio Bocanegra. Dirección: Av. Campo de los Deportes 18, 09250
Belorado (Burgos). Visitas previa reserva. Entrada: 5 €. Web: Museo Internacional de Radiocomunicación Inocencio Bocanegra.
Todo el material publicado en
Redes Sociales durante mi viaje a La Bureba puede consultarse a través del
hashtag #DestinoBurgos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario