Ruta por Cádiz: la capital de la Costa de la Luz |
La ciudad de Cádiz tiene dos zonas
claramente diferenciadas, por una parte, el casco antiguo, de planta pentagonal y unos 20 km2 de
superficie, asentado sobre una plataforma rocosa rodeada de murallas y ceñida
por el mar casi en su totalidad. Por otra, la ciudad moderna, surgida en los
últimos 50 años que se extiende a lo largo de una franja de tierra que se
extiende entre el núcleo histórico y el Puente de la Bahía. Todo forma parte de
la Gadir la “ciudad fuerte” fundada
por los fenicios en el 1.100 a. C. y por la antigua Yazira Qadis conquistada por los almorávides. La ciudad más meridional de Europa es también una de las ciudades más
antiguas de occidente.
Barrio de Santa María
Puerta de Tierra en la Plaza de la Constitución |
La Plaza de la Constitución y el baluarte de Puerta de Tierra, construido en 1639 y completado con una
monumental portada en 1755, señalan el acceso al casco histórico de Cádiz, en
su mayor parte a la ciudad del siglo XVIII. Aquí se encuentra el imprescindible
Barrio de Santa María, nacido en el
siglo XV como arrabal, junto al estrecho recinto amurallado de la primitiva
ciudad medieval, que conserva numerosas edificaciones de interés. Ha de visitarse
el Santuario de Nuestra Señora del
Rosario y Santo Domingo, del siglo XVII y XVIII, engalanado por un retablo de mármoles italianos que
enmarca la imagen de la Virgen del
Rosario, patrona de la ciudad y antaño del floreciente Comercio con las
Indias.
Drago en la Calle Tinte y Plaza de Mina |
Muy cerca, a un lado de la Calle
Plocia, se levanta la obra en ladrillos rojos del Palacio de Congresos, antigua fábrica de Tabacos y típico edificio
de la arquitectura industrial de finales del siglo XIX. Mientras en la calle
más antigua de Cádiz, la Calle Sopranis,
y en los callejones laberínticos contiguos se encuentran palacios barrocos y casas de
vecinos, a lo largo de una de las áreas más populares de Cádiz.
Ayuntamiento de Cádiz |
Junto al recinto amurallado, a la
vista del mar abierto, se alza la sobria Cárcel
Real, considerada la primera construcción neoclásica de Cádiz y la más
importante de Andalucía. Fue levantada en 1794 por Torcuato Benjumeda. Más resguardada se encuentra la iglesia que da
nombre al barrio: la Iglesia de Santa
María, templo reconstruido en el siglo XVII en el que intervino Alonso de Vandelvira en la fachada y donde puede admirarse un
espléndido zócalo de azulejos
holandeses de Delft en la Capilla de Jesús Nazareno y un retablo rococó. De vuelta hacia la zona portuaria se llega a la Plaza de San Juan de Dios, centro
neurálgico de Cádiz, que está presidida por la equilibrada fachada neoclásica
del Ayuntamiento, otra obra de Torcuato Benjumeda trazada en 1799 y donde
destaca la elegancia de su interior y sus salones.
Esta animada plaza llena de
terrazas, orientada hacia el puerto, se remata con la Iglesia de San Juan de Dios y excelentes ejemplos de casas de vecinos tradicionales en donde
destaca su color. Más allá del Barrio de Santa María
y del Pópulo, los dos barrios más antiguos de Cádiz, se extiende el casco histórico de la ciudad de aire
dieciochesco, consolidado durante al auge de la ciudad. El entramado urbano es regular
y ordenado, de calles rectilíneas y plazas que reúnen un valioso conjunto de
piezas monumentales y arquitectura destacada.
Iglesia de San Francisco |
En los aledaños de la Plaza de San Juan de Dios, muy próxima a
la Plaza de la Candelaria, destaca la
portada con columnas salomónicas del
edificio barroco de la Casa de las
Cadenas de finales del siglo XVII. El paseo puede encaminarse después al
eje comercial de la Calle Columela y la
Calle Rosario, donde una discreta
fachada resguarda la joya neoclásica del Oratorio
de la Santa Cueva, original capilla de planta elíptica erigida entre 1783 y
1796 donde destaca su decoración enriquecida con 3 lienzos de Francisco de Goya que decoran la cúpula. A pocos pasos de la Plaza de San Francisco y la Iglesia de San Francisco del siglo XVI
se encuentra la Plaza de Mina, uno de
los espacios con mayor encanto de Cádiz, donde se respira la atmósfera colonial
que impregna muchos de los rincones de la ciudad.
Obras del Museo de Cádiz |
Aquí se halla un punto de
visita obligado: el Museo de Cádiz,
cuyas salas ofrecen una palpable demostración de la riqueza del pasado
gaditano. De su delicada colección arqueológica sobresalen dos magníficos sarcófagos fenicios antropomorfos, masculino y
femenino, realizados en mármol y fechados hacia el siglo V a. C. En la sección de
bellas artes, destaca la colección de nueve tablas ejecutadas por Francisco
de Zurbarán hacia 1638 para el monasterio de la Cartuja de Jerez y la
Sagrada Familia de Rubens.
Iglesia de San Antonio |
La Plaza de San Antonio, al pie de la iglesia del mismo nombre, donde
destacan sus dos torres puntiagudas, supone otra etapa esencial de cualquier
paseo de descubrimiento por el corazón de Cádiz. Aquí se encuentran la Casa Pemán, la Casa Aramburu con una portada del siglo XVIII y el Casino Gaditano de estilo neomudéjar. A
escasa distancia surge de nuevo el pasado histórico plasmado en el Oratorio de San Felipe Neri, templo
barroco presidido por una Inmaculada
de Murillo y donde se proclamó en
1812 la primera Constitución española. A su lado se ubica el Museo Iconográfico e Histórico de las
Cortes y Sitio de Cádiz dedicado a esos cruciales momentos. Destaca una
extraordinaria maqueta realizada en
caoba y marfil que refleja con todo detalle cómo era la ciudad de Cádiz a finales
del siglo XVIII.
En las cercanías del borde marítimo
se encuentra otro lugar fundamental de Cádiz: el Gran Teatro Falla que recuerda al genial músico gaditano Manuel de Falla y que reúne cada año toda
la atención del país, al servir de escenario a los concursos de Carnaval. En la
parte más alta del casco antiguo se eleva la Torre de Tavira del siglo XVIII y 45 m de altura que en tiempos de
la Flota de Indias desempeñaba la labor de torre de vigía. Hoy acoge una cámara
oscura que muestra una desacostumbrada y atractiva vista panorámica del
conjunto urbano. El Hospital de Mujeres
es uno de los edificios barrocos más destacados de Cádiz, distribuido alrededor
de dos patios unidos por una magistral escalera
de tipo imperial. Su capilla cobija, además, una pintura de San Francisco
de El Greco.
Por este espacio gaditano el
ambiente burgués cede ahora ante el rancio sabor popular del entorno del Mercado Central con su edificio construido en el
siglo XIX y del Barrio de la Viña. La Plaza
de las Flores o de Topete, es un foco de animación constante que está
flanqueado por puestos de flores, cafés y comercios, en tanto que el vecino Barrio
de la Viña condensa en sus calles y placetas todo el tipismo local, con lugares
como la Plaza del Tío de la Tiza o
la Iglesia de la Palma construida en
el siglo XVIII en estilo barroco y que se encuentra en mitad de un sinfín de
tabernas y bares donde se puede degustar el mejor pescaíto frito.
Sigue tu ruta por Cádiz en el Barrio del Pópulo.
Sigue tu ruta por Cádiz en el Barrio del Pópulo.
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