Desierto del Sáhara en Túnez |
El desierto del Sáhara cubre el 40 % del territorio de Túnez, básicamente se extiende en el sur del país. Cada año, en el mes de diciembre, se celebra el Festival del Sáhara, donde es posible impregnarse de cultura tunecina. El Festival del Sáhara es uno de los más importantes para la comunidad bereber, ya que reúne tribus nómadas y beduinos del desierto para mostrar sus tradiciones y su cultura ancestral. Durante la celebración de este festival podrán verse bodas tradicionales beduinas, bailes y músicas de las tribus nómadas, carreras de camellos, la belleza de los caballos árabes o la caza con sloughi; un perro de caza árabe de pura raza que ha servido a los nómadas para cazar liebres o gacelas.
El Gran Erg Oriental
El Gran Erg Oriental es conocido con el nombre de Mar de Dunas |
En el desierto del Sáhara, situado en Túnez, se encuentra el Gran Erg Oriental o Mar de Dunas. Dunas de arena, de arena fina, tan fina que es transportada por el viento para crear nuevas dunas, dunas de arena, de arena fina...
Para que un desierto
tenga dunas de arena es necesario la ausencia de lluvias, pero
además, para que se considere un “Erg” la región arenosa debe
encontrarse entre los paralelos 20 y 40 de cualquiera de los dos
hemisferios terrestres; curioso, ¿verdad? El Gran Erg Oriental de
Túnez mide 35.000 km2 y pueden encontrarse dunas de
hasta 250 metros de alto. Al norte del Gran Erg Oriental se
encuentra Chott El Jerid; un enorme lago salado de 7.000 km2.
El lago salado de Chott El Jerid
Agua en el lago salado de Chott El
Jerid
|
Chott El Jerid fue formado hace millones de años cuando el mar Mediterráneo se retiró hasta su posición actual. La ausencia de agua en verano deja un lienzo blanco y cegador inmenso, mientras que en invierno, se salpica de riachuelos de agua de distintos tamaños (según el agua de lluvia que haya caído). El agua permite ver algún que otro espejismo, lo que le confiere un encanto especial a sus reflejos. Plinio y Heródoto ya lo citaban en sus textos y fue protagonista de numerosas leyendas, Chott El Jerid es conocido con el nombre legendario de Lago Tritón.
El lago salado fue
utilizado por George Lucas para algunas escenas de la primera
película de Star Wars. En La
Guerra de las Galaxias, Episodio IV - Una nueva
esperanza, Chott El Jerid es la superficie del planeta Tatooine
donde Luke Skywalker contempla dos soles y es que aquí, las
temperaturas pueden llegar a ser de 50 ºC.
Puedes seguir leyendo mi artículo sobre los escenarios de Star Wars en Túnez.
Puedes seguir leyendo mi artículo sobre los escenarios de Star Wars en Túnez.
Una carretera
cruza parte de Chott El Jerid
permitiendo que puedas bajarte del vehículo y contemplar las figuras
de sal que esperan al visitante. Algunas de esas paradas permitían a
los viajeros comprar rosas del desierto, formaciones de
sal, calaveras de animales y multitud de recuerdos
en unos sencillos puestos donde algunos tunecinos se ganaban la vida.
Por desgracia, la mayoría de esas tiendecitas, en mitad de la nada,
permanecen abandonadas a la espera de que el Turismo vuelva a Túnez.
Aunque parezca que entre
el desierto y el Chott no puede haber vida, las ciudades han crecido
al margen de estas grandes extensiones con ausencia de agua, aunque
la ausencia es un espejismo. Kebili, Tozeur, Nefta
o Douz se encuentran cercanas a esta hermosa nada que hoy
vamos a descubrir. Bajo la árida arena del mar de dunas, el agua
permanece subterránea para dar vida a los oasis. Los oasis de
Tozeur, Nefta y Douz presumen de tener extensos palmerales de
palmeras datileras que también merecen una visita.
Actividades en el desierto
Caravana en el desierto |
Las actividades que pueden hacerse en el desierto tunecino, no difieren demasiado, de las actividades que pueden hacerse en otros desiertos. La más espectacular es, sin duda, la de atravesar durante un par o tres de días el desierto subido en dromedario. Una travesía bucólica que impregna de aventura cualquier viaje a Túnez y nos recuerda el pasado de las caravanas. Aunque el ritmo, el balanceo y nuestras posaderas se olvidarán pronto de ese ligero disfraz de Lawrence de Arabia y nos devolverán rápidamente a la realidad. 10 minutos bastan para convertirnos en nómadas del desierto, vuestros huesos os lo agradecerán y el dromedario también.
Tranquilos, hay más
opciones fantásticas para hacer en el desierto del Sáhara y que
además sientan de maravilla. La desconexión, aunque no suene
muy romántico, es, en la actualidad, un lujo al alcance de unos
pocos. Necesario para aquellos que vivimos pegados a la pantalla de
cualquier aparato electrónico, para aquellos que andan con una vida
desestructurada, con problemas en el trabajo o en casa. Olvidarse de
todo, desconectarse del mundo o quizás, mandar al jefe “a tomar
viento la farola”... el desierto del Sáhara es ideal para eso.
Pero volvamos a nuestra
sed de aventura, quizás es mejor realizar la travesía por el
desierto en un vehículo todoterreno. No están exentos los
huesos y las posaderas de vaivenes, saltos y traqueteos, pero al
menos, tendrás un poco más de aire fresco. Si te pierdes en el
desierto con buena compañía, puede que descubras aspectos
interesantes de tus compañeros de travesía que de otra manera no
hubieras sabido.
La finalidad de esa ruta por el desierto debería ser la de alojarse en una tienda de acampada en mitad de la nada. Dormir en el desierto te permite contemplar atardeceres y amaneceres con un horizonte inabarcable, además de poder admirar un cielo increíblemente estrellado; puro, negro y brillante que hipnotizará tu mirada.
El desierto del Sáhara rodea el
Campement Zmela
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La finalidad de esa ruta por el desierto debería ser la de alojarse en una tienda de acampada en mitad de la nada. Dormir en el desierto te permite contemplar atardeceres y amaneceres con un horizonte inabarcable, además de poder admirar un cielo increíblemente estrellado; puro, negro y brillante que hipnotizará tu mirada.
Alojamiento en el desierto: Campement Zmela
Jaimas en el Campement Zmela, desierto
del Sáhara
|
El Campement Zmela se encuentra situado a 20 km de Ksar Ghilane, en la puerta de entrada al Gran Erg Oriental. Las dunas empiezan o acaban, según se mire, a la espalda del campamento de jaimas. La proximidad permite contemplar, pisar e impregnarse de ese mar de dunas de color cambiante. La arena de color pálido se transformará en tonalidades ocres hasta un minúsculo instante en el que la arena se mudará a una tonalidad rojiza como si fuera la piel de una animal que se sonroja.
Las tiendas del Campement
Zmela disponen de camas sencillas dispuestas sobre alfombras.
También tiene dos edificios separados donde se encuentran los aseos
y las duchas, y en el otro un comedor que permite
disfrutar de los ágapes necesarios para cualquier estancia. Los
generadores de luz dan ciertas comodidades al visitante, aunque lo
mágico se encuentra cuando la luz se apaga y el silencio inunda el
espacio.
Uno de los momentos más
entrañables que recuerdo de mi estancia en el Campement Zmela fue
cuando vi hacer pan tradicional. Un hombre amasaba con gran
maestría una masa que se convirtió en una gran torta
de pan. Después la enterró bajo la arena del desierto y la
cubrió con brasas. El sabor de aquel pan recién salido del fuego,
bien merece una noche en la inmensidad del desierto.
Más información:
Campement Zmela. Dirección N 32º 51 528 / E 09º 34 162.
Teléfono: +216 75 470 620. Web: Campement Zmela.
Todo el material generado
en redes sociales durante este viaje puede consultarse con el hashtag
#TrueTunisia
Si te fascinan los
desiertos, quizás te interese leer sobre el Desierto de Wadi Rum, en Jordania, o Los mejores desiertos para viajar.
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