En el post anterior os
explicaba qué hacer en Londres durante medio día sin gastarnos una
fortuna.
Hoy quiero que me acompañes en una ruta de un día completo por la
capital de Inglaterra, vamos a comprobar que es posible disfrutar de
esta magnífica ciudad, sin gastarnos ni un duro en entradas ni
visitas.
Ponemos rumbo hacia el
distrito de Westminster; el centro político y parlamentario de Gran
Bretaña. La ubicación de nuestro hostel (RestUp London) nos facilita acercarnos
hasta aquí sin necesidad de comprar un billete de metro (6.78 €)
aunque si tú no tienes tanta suerte, la parada de Waterloo te
servirá para acercarte hasta aquí. Desde Westminster
Bridge se puede ver desde el año 2000 la Coca-Cola
London Eye; la Noria del Milenio. Esta
gigantesca noria londinense de 135 metros de altura, permite ver toda
la ciudad en un radio de 40 Km. en días despejados. Sus 32 cápsulas
climatizadas (el número de distritos que tiene Londres) tienen
capacidad para 28 personas cada una. Es la noria-observatorio más
grande de Europa y una vuelta completa dura 1/2 hora. Más
información: Horario: verano (del 28 de Marzo al 31 de
Agosto): diariamente de 10 a 21 h. Invierno (del 1 de Septiembre al
23 de Diciembre): diariamente de 10 a 20:30 h. Entrada: 20.7 £
(34.22 €).
Yo prefiero invertir ese
dinero en una buena pinta de cerveza en un pub de Londres. Poca
broma, que aquí son caras 5.2 £ (8,58 €). Así que ¿qué te
parece si continuamos la ruta hacia el Támesis?
Las Casas del Parlamento,
el Parlamento de Westminster o el
Palacio de Westminster son algunos de los nombres con los que se
conoce a la sede del Parlamento de Londres. El primer edificio fue
construido bajo el reinado de Eduardo, el
Confesor en 1097, aunque de esa época sólo se ha
conservado el Westminster Hall; donde destaca un
artesonado del siglo XIV en su interior. Fuera del recinto del
parlamento, pero de la misma época de la primera construcción, se
conserva aún en pie la Jewel Tower donde puede
visitarse una exposición sobre el Parlamento. El edificio actual de
Westminster fue diseñado en 1852 por el arquitecto londinense Sir
Charles Barry en estilo neogótico. Vale la
pena rodearlo, descubrir la estatua de Ricardo I, Corazón de
León, contar sus ventanas y pináculos y perder la mirada en los
adornos dorados de su piedra. Pero todavía no, déjame que te cuente
más cosas. Una vez al año la reina Isabel II acude en su
carroza real a la apertura formal del Parlamento, es una ocasión
única para ver a los jueces de la Corte Suprema ataviados con sus
grandes casacas negras con bordados dorados y sus pelucas de crin de
caballo, al más puro estilo británico del siglo XVIII. Más
información: Web: Parlamento de Londres.
En uno de los extremos
del Parlamento de Westminster, se alzan desde el año 1859, los 96
metros más majestuosos de Londres; los de la Torre del reloj o
Elizabeth Tower, más conocida como Big
Ben. En el otro
extremo se encuentra la Torre de la
Reina Victoria, donde se conservan un millón
y medio de leyes, aprobadas desde el año 1497. Desde 1512, aquí se
encuentran las dos Cámaras del Parlamento (la de los Lores y la de
los Comunes) con los miembros que componen el Parlamento: los
diputados y el Primer Ministro. Las mejores vistas
del Parlamento y el Big Ben se obtienen bajando las escaleras que se
encuentran al inicio del puente de Westminster, bajo la atenta mirada
de un león triste. A mano izquierda, justo dejando a nuestras
espaldas el bello London Marriott Hotel
County Hall, te puedes acercar a la ribera
sur del Támesis y al punto donde sacar una buena panorámica de este
icono de Londres.
El Big Ben
es en realidad el nombre que recibe la gran campana que marca
las horas de la torre más famosa de Londres (desde el día de su
inauguración el reloj sólo se ha parado en tres ocasiones y las
campanas, han tenido que ser silenciadas dos veces). Si queremos
llegar a tiempo al cambio de guardia de las 11:30 h. en el Palacio de
Buckingham ¡hay que darse prisa!
Si no tienes intención
de ver el cambio de guardia o no es la hora adecuada, a la vuelta de
la esquina tienes la Abadía de Westminster,
no te la puedes perder. En esta ocasión, pongo rumbo hacia el
desfile militar.
Si dispones de tiempo, la
mejor manera de llegar hasta Buckingham Palace
es atravesando y disfrutando del St James's
Park; el parque real más antiguo de los 8 que se
conservan en Londres. Presume de un lago con cisnes, un gran número
de pelícanos, una isla de ánades y una reserva ornitológica de
aves acuáticas. Es fácil pensar que por estas 36 hectáreas llenas
de árboles frondosos y vida silvestre, andaban cazando los reyes
Tudor, hace bien poco. Hay que llegar hasta la plaza donde se
encuentra el Memorial de la Reina Victoria, con más o menos acierto,
antes de la hora si se quiere estar en primera fila. Hay muchísima
gente interesada en este desfile, así que si quieres un buen lugar
para verlo, tienes que tener en cuenta que debes ir con bastante
tiempo de antelación. Vas a perder un buen rato en ver el show de la
orquesta desfilando, los Bobbies (policías de Londres) a caballo y
la guardia, así que ten en cuenta tus prioridades en Londres, si no
dispones de tiempo extra.
Enfrente del Palacio de
Buckingham se alza el impresionante grupo escultórico diseñado por
Sir Thomas Brock en memoria de la
Reina Victoria. El Queen Victoria
Memorial se construyó entre 1903 y 1911, mide 25 metros
de altura, 32 metros de ancho y pesa más de 2300 toneladas (lo que
lo convierten en el monumento, en homenaje a un monarca británico,
más grande, jamás construido en este país). Bronce dorado para una
espectacular Victoria Alada y sus acompañantes
“La Constancia” y “El Coraje” coronan el monumento. Mármol
de Carrara para la gran estatua de la Reina Victoria
entronizada que se encuentra acompañada de los ángeles
que hacen referencia a sus “virtudes”: la Maternidad, la Justicia
y la Verdad. Dos águilas con las alas extendidas que
representan al Imperio Británico contemplan el resto de figuras del
conjunto, presididas por cuatro estatuas acompañadas
de leones, regalo de Nueva Zelanda, y que
representan la Paz, el Progreso, la Agricultura y la Manufactura.
Frente a nosotros se
encuentra el Buckingham Palace, un edificio
construido en el año 1705 y que ha sido residencia real desde 1837
con varias remodelaciones realizadas por varios arquitectos. Frente a
las puertas de palacio se realiza el atiborrado cambio de
guardia de las 11:30 h. La comitiva llega desde el Cuartel
de Wellington (por si quieres interceptarlos
antes). Del palacio se puede visitar la sala del trono, el comedor
real y la galería de pintura junto con otras 16 salas más,
únicamente cuando la familia real está veraneando en Escocia
(agosto y septiembre). Más información:
Horario cambio de guardia: a las 11:30 h. diariamente de abril hasta
julio, en los días pares del mes de octubre, en los días impares de
noviembre y diciembre. Duración de la ceremonia del cambio de
guardia: 40 minutos. Entrada a palacio: desde 21.50 £ (35.54 €).
Web: Buckingham Palace.
Si nos encaminamos por
Constitution Hill llegaremos hasta el Wellington
Arch, un arco de triunfo realizado en piedra de Portland y
que queda en la actualidad situado junto a una de las entradas del
Hyde Park. Fue levantado por primera vez junto a la Apsley House,
entre 1825 y 1827, hasta que en 1880 fue trasladado hasta aquí.
Destaca, además de las vistas desde la calle donde se
encuentra, una gran figura femenina alada transportada por una
cuadriga de caballos embravecidos. Se trata de una escultura de
bronce realizada en 1911 por el artista Adrian Jones
“La Paz descendiendo con la cuadriga de la guerra” y ostenta el
récord de ser la escultura de bronce más grande de Europa. Desde el
2012 el Arco de Wellington se utiliza para exposiciones temporales.
Entrada 4.3 £ (7.1 €). Horario: diariamente de 10 a 16 h.
El Hyde Park
es el lugar ideal para parar a comer un improvisado picnic a orillas
de su lago. Aunque si tu presupuesto te lo permite, también puedes
comer en alguno de sus dos restaurantes. Tan importante como comer y
reponer fuerzas en un viaje es también localizar aseos. En Rotten
Row, uno de los caminos de Hyde Park, hay aseos públicos
totalmente limpios por 20 peniques. Hyde Park es el parque más
grande de Londres y quizás el más conocido de la ciudad.
Desde el
año 2004 puede verse el Diana Memorial
Fountain, una fuente en memoria de Diana,
princesa
de
Gales,
obra
de
Kathryn Gustafson.
Fue levantada en su
honor por la familia real británica y representa un arroyo de
granito donde el agua se agita o juega. Hay corrientes, cascadas o
agua está en calma, dando un sentido a las dificultades,
convulsiones y alegrías de la vida de la princesa Diana. El
gran óvalo en forma de anillo sirve para que los niños jueguen, se
mojen y algún que otro acabe en urgencias debido a los resbalones
que ocasiona el terreno.
Nuestra ruta continúa
hasta el Albert Memorial; el monumento en
memoria al príncipe Alberto (marido de la Reina Victoria).
Viéndolo, uno piensa ¡esto sí es un monumento a un monarca querido
por su pueblo! y no el “chichinabo” que le han hecho a Lady
Di. Dispendios aparte (les costó una pasta el dichoso
monumento), el pobre príncipe murió de tifus en 1861. Viendo las
estatuas de los continentes que lo rodean, no imagino de dónde le
vinieron las fiebres. Bromas aparte, el conjunto escultórico es
impresionante. Representa a la perfección el estilo Victoriano:
lujo, dorados, pomposidad y un guiño a las culturas exóticas de los
otros continentes. Fue realizado entre 1872 y 1876 por el arquitecto
inglés Sir George Gilbert
Scott (como ya te habrás fijado, por aquí todos los
arquitectos acaban siendo “Sir”).
Una gran escalera a modo
de pedestal eleva este conjunto que llega a medir 54 metros de
altura. Un friso blanco, donde están representadas 169
figuras de importantes compositores, pintores, arquitectos,
escultores y poetas, engarza como si fuera un anillo, el templete. A
modo de altar, recuerda a los tabernáculos de las catedrales, es de
estilo italiano y acoge la estatua de bronce, impecablemente
dorada, del príncipe Alberto
sentado
en
el
trono. El Friso
de Parnassus, como es conocido el ribete
blanco, también sirve de pedestal a las alegorías de la
agricultura, comercio, manufacturas e ingeniería, consideradas las
“artes útiles”. Pero donde pierdo totalmente la noción y el
sentido es con el grupo que preside cada una de las cuatro esquinas
inferiores. Se trata de varios conjuntos escultóricos donde se han
representado cuatro continentes:
Asia; con una sensual mujer hindú subida sobre un elefante,
un monje sentado con las piernas cruzadas y un hombre con tocado
sumerio. África; con una hermosa escultura femenina que
recuerda a la mismísima Cleopatra subida sobre un camello,
hombres de Oriente Medio con turbante y el busto de un faraón.
América con un nativo americano y una mujer subida sobre un
bisonte, para acabar con Europa; con una figura femenina sobre
el toro helénico rodeada de bellas reinas.
Frente a este
espectacular monumento se encuentra el Royal Albert
Hall, vale la pena rodearlo y adentrarse en el pintoresco
distrito de Kensington. Aquí muchas casas te recordarán a los
edificios que salen en las películas de Harry Potter. ¿Qué me
dices del Royal College of Music? Impresionante, ¿verdad?. El
Royal Albert Hall es un edificio victoriano de 1871, con forma
circular, que se utiliza como Sala de conciertos. Tiene capacidad
para 5.200 espectadores y si estás interesado, un tour guiado (17.5
€) te muestra el palco real, las salas donde descansa la familia
real británica (y que sigue decorada con muebles victorianos), así
como el auditorio y el hall. Si el presupuesto no acompaña, sígueme
por las calles de Exhibition Road, Prince Consort Road,
Prince's Garden. Creo que te sorprenderá esta pequeña ruta
improvisada.
Junto Prince's Garden
se encuentra un supermercado abierto todos los días de la
semana; el Essentials Convenience Store. Un bocadillo, una
bebida y una bolsa de patatas cuestan 3 £ (4.95 €), aunque también
puedes encontrar otros productos. Nos encontramos en South Kensington
Campus, así que verás estudiantes y familias adineradas.
Ponemos rumbo hacia
Brompton Road donde se encuentran los almacenes más elegantes
y famosos de Londres: los Almacenes Harrods.
Para ello buscamos calles pequeñas Ennismore Gardens Mews,
Ennismore Street, donde perdernos un poco. Encontramos por
casualidad, un oasis de tranquilidad, con coquetas mansiones,
utilitarios de alta gama (lo que vendría siendo un cochazo) y gente
guapa, muy guapa. Si estás soltera, éste es tu sitio de caza, baby.
Entre Ennismore Street
y Rutland Street se encuentra una porción de muralla conocida
popularmente como “Hole in the Wall” (El Agujero en la
Pared). Parece ser que ya existía un muro en el año 1853, una bomba
nazi destruyó la pared el 25 de septiembre de 1940. El ayuntamiento
decidió reconstruirla en 1948, a pesar de que facilitaba el paso
desde la zona de Knightsbridge a Hyde Park. Los vecinos encantados
con la idea de separar su aristocrática zona con un nuevo muro de
ladrillo, únicamente solicitaron un “derecho de paso” y así
nació, digamos que... el “agujero”.
Llegamos a los almacenes
Harrods, hay una docena de espacios dedicados a la
gastronomía, por tanto, hay quien aprovecha para comer aquí. No te
pierdas la Ground Floor (planta baja) donde se encuentra la
marisquería, el bistró o el seafood bar, la decoración es muy
kitsch. Hay restaurantes en todas las plantas de Harrods desde
hamburguesería y restaurante tailandés, hasta pizzería y sushi
bar. Puedes dilapidar tu tarjeta de crédito en compras, recuerdos o
buscar la Egyptian Escalator; una magnífica escalera que te
transporta a Egipto. ¿Qué quieres que te diga? Yo me lo pasé en
grande entre capiteles de hojas de papiro, bustos de faraones,
jeroglíficos y cabezas de Hatshepsut.
El motivo de dicha
decoración supongo que es debido a que el antiguo dueño de los
grandes almacenes Harrods; Mohamed Al-Fayed es de nacionalidad
egipcia. Su primogénito Dodi Al-Fayed murió en un accidente
de tráfico junto a la princesa Diana de Gales en 1997. Un año
más tarde, se erigía un monumento en homenaje a las victimas que
puede verse en el sótano de Harrods (Lower
Ground Floor). Hay que bajar por unas escaleras normales
después de que acaben las mecánicas. Aquí se encuentra el Memorial
to Diana & Dodi, se trata de un emotivo y discreto altar: dos
retratos de Lady Di y Dodi junto al anillo que
le regaló el día anterior del accidente (y que se encuentra en el
interior de una pirámide de cristal). En 2005 se erigiría un
segundo memorial, una escultura de bronce con la inscripción
“Innocent Victims” donde puede verse la figura a tamaño
real de la pareja, cogidos de la mano, bailando y con un albatros
volando (animal que simboliza poder y que puede elevarse por encima
de todas las cosas). Ambas obras fueron realizadas por Bill
Mitchell, amigo de Al-Fayed. Más información
sobre los almacenes Harrods: Dirección: 87-135 Brompton
Road, Knightsbridge, Londres. Horario: de lunes a sábado de 10 a
21 h. Domingos de 11:30 a 18 h. Web: Harrods.
Nuestro próximo destino
es Piccadilly Circus, es ideal para contemplarlo al finalizar el día,
cuando se encuienden las luces de neón que lo hacen famoso. Cogemos
Brompton Road hasta Knightsbridge y continuamos por
Piccadilly, no pararás de encontrarte con edificios
sorprendentes: diferentes embajadas, el Hotel Mandarin Oriental (espectacular), los grandes almacenes Harvey Nichols de 1831,
el Hotel Ritz de 1906, Caviar House instalado en un
edificio del siglo XVII (y que recuerda a los edificios de Gotham
City; la ciudad de Batman), Burlington Arcade (una galería
del siglo XIX con porteros uniformados que “vigilan” las
conductas de los visitantes) o el increíble Fortnum & Mason
(unos almacenes de super lujo que fueron fundados como tienda en 1707
por unos sirvientes de la reina Ana I de Gran Bretaña).
Con esta colección de
edificios llegamos a la plaza más iluminada de Londres, donde la
muchedumbre se agolpa para hacerse una foto. Piccadilly Circus
es la frontera entre los barrios elegantes de St. James's y Mayfair,
y los más cosmopolitas y alternativos, como son el Soho y Covent
Garden. Se construyó en 1819 y ya era en aquella época, el corazón
del West End. Foco de prostitución durante algunos años, con
el tiempo, la zona se ha vuelto un lugar lleno de pubs, teatros,
tiendas y pantallas publicitarias.
El centro de la plaza,
nada circular en la actualidad (o sea de “circo” poco, a no ser
que se refiera a la muchedumbre), está presidida por la graciosa
Fuente de Eros. Obra de Sir Alfred Gilbert de 1893,
realizada en aluminio y bronce, dicen que fue la primera escultura
hecha en aluminio del mundo. Aunque el angelito es conocido también
como The Angel of Charity (El Ángel de la Caridad) pertenece
al menos conocido nombre de Shaftesbury Memorial Fountain.
Junto a la fuente, una pareja de actores con una mesa llena de tazas
y juegos de té se dejan fotografiar con los turistas. Van vestidos
como en la película del 2010 de Tim Burton: Alicia en el
País de las Maravillas. Un muy logrado Johnny Depp,
gesticula con los transeúntes mientras una cándida rubia les sirve
el té.
Nos encontramos muy cerca
de Trafalgar Square es una oportunidad única si se quiere
tomar algunas fotografías nocturnas. En la zona hay locales donde
cenar o tomar una buena pinta inglesa. Mi compañera y yo nos
detenemos en el 10 de Northumberland Avenue donde se encuentra
en la planta baja el pub The Sherlock Holmes (5.2 £ cada
cerveza). En la primera planta hay un restaurante y un pequeño
espacio donde han habilitado un diminuto museo en homenaje al
famoso detective. Una sala de estar decorada con objetos y
fotografías que recuerdan los libros de Holmes y Watson
ponen la nota romántica a la cerveza inglesa (aunque no les hace
mucha gracia que andemos husmeando).
Seguimos bajando
Northumberland Avenue hasta Hungerford Bridge (encontrarás
muchos teatros y salas de espectáculos en esta zona), pero el único
que hay gratuito es el magnífico escenario del Támesis con el Big
Ben iluminado y la London Eye. Por el Hungerford Bridge pasa
la línea del ferrocarril y justo al lado desde el 2002, tienes un
puente peatonal iluminado conocido con el nombre de Golden Jubilee
Bridge que te llevará a la otra orilla, donde se encuentra la
Waterloo Station.
Así como otras veces
recomiendo las páginas web de las Oficinas de Turismo, en este caso,
tanto la de Visit London como la de Visit Britain dejan mucho que desear. Tiene información más interesante Jorge
(Xipo) del blog En el Mundo Perdido que ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario