Escribir sobre un
restaurante del que me han dado muy buenas referencias y abundantes,
del que sabes que al menos, se necesita dos semanas de antelación
para reservar una mesa (porque está siempre lleno) y del que has
probado su cocina, trato personalizado y cercano (además de ver en primera persona, la cantidad de clientes que llenan el
local), es casi una misión titánica y un anhelo inalcanzable por
aportar algo más, que incentive a conocerlo y a disfrutar de su
gastronomía.
Antigua se
encuentra situado a dos pasos del Barri de Gràcia de Barcelona, su
ambiente elegante está teñido de una suave luz dorada que lo
impregna todo, es como estar comiendo a la luz de las velas
aunque fuera luzca un sol radiante. En las paredes pinturas esbozadas
por Josep Plaja recuerdan escenas de Pals, Calella o de una bucólica biblioteca,
mientras hojas de hiedra recorren los bordes de las paredes pintadas
en vainilla son recuerdos de la infancia del señor Gonzalo;
propietario de Antigua.
Pedimos al señor Gonzalo
que nos cuente algo más sobre Antigua, son las cuatro de la
tarde y hace más de dos horas que llegamos aquí para ser testigos
de su cocina. Aún así me parece que he comido muy deprisa, que me
ha faltado tiempo para impregnarme del sabor de sus platos, de la
sonrisa de Enric que ha atendido nuestra mesa con interés
demostrado por saber cómo está todo, o que me hubiera gustado
enriquecer mis dotes culinarias con más sugerencias que nos
transmiten mientras nos sirven (como la receta de macerar durante 20
días trufa negra y trufa blanca en aceite) y además nos dejan
deletairnos mojando el pan en ese aceite crudo aromatizado.
Quince años de historia
para un restaurante en Barcelona tienen mucho mérito. Ahora mismo
más de una docena de personas hacen equipo dentro de la sala y en el
interior de la cocina, hay buen ambiente y se nota. El dueño está
al pie del cañón con su equipo de trabajadores, algunos llevan con
él más de 8 años, otros, ayer era su primer día de trabajo. La
sensación de proximidad es evidente en el momento en que el
señor Gonzalo se sienta con nosotras para hablar humildemente
de su restaurante y de su cocina. En sus ojos se ve pasión
gastronómica, y nos confiesa junto a un listado de buenos
restaurante, que a él le gusta comer y después cocinar. Su
filosofía es que el cliente se sienta bien y lo consiguen a
base de paciencia, esfuerzo, sonrisa y una despedida personalizada
para cada uno de sus clientes, con un gracias. No es fácil recibir,
ni encontrar agradecimiento pero aquí vive enredado en las hojas
pintadas de sus paredes.
Al igual que las
estaciones cambian, en Antigua, cada tres meses hay un cambio de
carta. Durante la III edición de la #RestaurantLoverWeek
organizada por Atrápalo,
Antigua presenta un menú de 5 platos (dos entrantes, dos
principales y un postre) muy acorde con la estación que vivimos.
Este menú otoñal está compuesto por:
Falso canelón de
ricotta, láminas de trufa negra, dorados boletus a la parrilla y
espinacas frescas acompañado de una copa de cava Permont's
1940 Brut Nature.
¡Así da gusto comer verdura!
Sartén de crocante y
jugosa morcilla de cebolla envuelta en hojaldre, con compota
de manzana, cebolla caramelizada, crujiente de parmesano en forma de
galleta y bombones garrapiñados de queso de cabra. La combinación
de morcilla con compota de manzana ¡bestial! Y lo dice una que no le
gusta la morcilla.
Tira de calamar
rellenos de albóndigas con sepia con tentáculo crocante y salsa
tártara acompañado de una copa de vino rosado de la Terra Alta
Sisquera. Un plato tradicional pero con un toque de presentación
magistral. ¡Tremendo!
Tierno y jugoso corte de
buey francés onglet, parmentier de patata trufada,
panceta ibérica, reducción de jugo de carne y salsa perigordini
(foie y trufa) acompañado de una copa de Rioja de la Hacienda
López de Haro Crianza 2012. ¡Me hubiera comido un cubo!
El postre es un Banoffee
Pie: chantilly sobre cremoso dulce de leche, plátano y suave
base de galleta. El señor Gonzalo nos cuenta que es el postre
preferido de su esposa y que si algún día lo quita de la carta se
divorciará de él. Personalmente le sobraba un poco de chantilly,
pero el toque “Peta-Zetas”
lo he encontrado sensacional.
Además de participar en
campañas de promoción, Antigua dispone de un menú al mediodía
por 18 € compuesto de una ensalada de crudités, un plato de
cuchara (crema o arroz con marisco), un plato principal (steak tartar
o pescado) y postre a elegir.
Más información:
Dirección: Carrer Marià Cubí 59, 08006 Barcelona. Teléfono:
93 414 73 84. Horario: diariamente de 13:30 a 16 h. y de 21 a 00 h.
Menú de mediodía: 18 €. Ofertas del 50% en su carta
periódicamente. Transporte: estaciones de Gràcia y Sant Gervasi de
la linea S1 de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya.
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¡Buen provecho!
¡Buen provecho!
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