Recorrer tu propia ciudad
con ojos nuevos siempre es una apuesta acertada. Así ocurrió la
semana pasada cuando fui invitada por trip4real para realizar una
ruta por Barcelona de arte callejero. Gracias a esta oportunidad podía descubrir estas singulares
muestras de arte y aprender más sobre los artistas, sus firmas
(tags) y las diferentes técnicas utilizadas, el graffiti daba paso
al stencil o al paste up, técnica de la que aún no había oído
hablar. Las pintadas que descubriríamos durante la ruta tenían la
peculiaridad de que o bien se habían prolongado en el tiempo y
algunas ya eran casi centenarias o bien habían sido hechas en estos
últimos años, meses, semanas, días u horas. Había que darse
prisa, ya que por sus características y otros secretos que os
comentaré más tarde, el arte urbano es una criatura con las horas
contadas ;-)
Nuestra ruta partió de
la Plaça Nova, junto a la Catedral de
Barcelona, donde se encuentran las letras de
Barcino diseñadas por Joan Brossa y
que homenajean el antiguo nombre romano de Barcelona. Éstas se
encuentran justo delante de la puerta de entrada de la muralla romana
de Barcino. Enfrente en el edificio de información turística se
puede ver un “graffiti” de Pablo Picasso que dibujó en
tres laterales del Col·legi d'Arquitectes. En la parte frontal puede
verse el “Friso de los Gigantes” donde están
representados Els Castellers, a mano izquierda el “Friso de
los Niños” y a mano derecha el “Friso de la Senyera”.
A través del Carrer
del Bisbe llegamos al Carrer de
Santa Llúcia donde en otra época lució un
“graffiti” loando a Primo de Rivera.
Los falangistas al ganar la Guerra Civil se dedicaron a honrar a los
“caídos por Dios y por España” llegando a pintar en la fachada
de la catedral “José Antonio Primo
de Rivera: ¡Presente!”. El
paso del tiempo, los atentados en su contra y el lavado de cara que
se hizo en la fachada de la Catedral de Barcelona con motivo del
enlace de “Su Alteza Real la Infanta Doña Cristina e Iñaki
Urdangarín”, han hecho que las letras casi desaparezcan por
completo y sólo unos pocos trazos de la pintada completa puedan
leerse.
Hay que devolverse sobre
nuestro pasos y girar a mano izquierda para seguir la ruta por el
Carrer de Montjuïc del
Bisbe, donde se encuentran unas cuantas bombas
pintadas, obra del artista Zone (hay
que alzar la vista para verlas). El significado de B.A. “Bomb
Art” -como pudo explicarnos Cayetana Gomis
Fletcher, nuestra guía acompañante que es historiadora,
egiptóloga, profesora y gestora cultural. ¡Menudo currículum
Tana!- es más un símbolo pacífico, que no otra cosa, de
hecho Zone escribió dentro de una bomba el siguiente mensaje:
“Bombing Art: la única bomba que da paz y mata con imágenes”
¿Curioso, verdad?
De lo que me he enterado
documentándome para escribir este post y que me ha parecido muy
interesante. A finales de siglo XIX, Barcelona fue conocida por los
numerosos atentados como “La ciudad de las bombas”. Entre
1884 y 1909, Barcelona se convirtió en la capital mundial de los
atentados con bomba y dinamita, ese improvisado paraíso de los
anarquistas le valió el sobrenombre de “La rosa de fuego”.
Pero sigamos con nuestra ruta del graffiti, justo en esta misma
esquina encontramos una coloreada puerta graffiteada que luce
una aldaba que a mí se me encapricha es de un indio americano, debe
ser influjo de las pintadas que yo le veo hasta plumas. Esta esquina
es una mina de oro del arte callejero, con la vista alzada
descubriréis, bajo la placa del Carrer de Montjuïc del Bisbe,
una pajarita de
mosaico de color blanco. Bajo
la ventana enrejada un desaparecido graffiti creo recordar que Tana
nos dijo que había habido un comecocos de Invader del que
hoy sólo queda la huella. Una G, una mariposa, ¿dos cucarachas? y
una araña ¿o es una garrapata? pasan casi desapercibidas si no
fuera por un tag
tridimensional del artista
francés Sram23.
Continuamos la ruta
graffitera por esta misma calle hasta llegar a la Plaça de
Sant Felip Neri, donde las
huellas de las bombas, esta vez y desgraciadamente muy reales, que se
lanzaron durante la Guerra Civil, aún están presentes en las
paredes. Una controvertida discusión, ya sabéis que políticamente
siguen habiendo bandos enfrentados, afirman que también perduran las
huellas de las balas por fusilamientos y otros niegan que así lo
fueran. Salimos por la plaza dejando a nuestras espaldas la portada
de la iglesia y seguimos por la Baixada de
Santa Eulàlia, donde dice la leyenda que la
patrona de Barcelona fue martirizada. Uno de los trece martirios que
sufrió por parte de los romanos que le tenían una animadversión
bárbara a los cristianos, fue encerrarla en un barril con cristales
rotos y cuchillos clavados y lo pusieron a rodar por esta calle
empinada. ¡Pobre niña!
Al llegar al Carrer
dels Banys Nous 17E
encontramos uno de los helados del Sr. Polo,
también conocido como Onergeizer
o Konair. Por el Carrer de
l'Ave Maria llegamos a la Plaça
de Sant Josep Oriol
donde a mano izquierda se encuentra el “graffiti” del bando
republicano dibujado en una de las paredes de la Basílica Santa
María del Pi que dice: “Plaça del Milicià
desconegut”.
Nuestro siguiente gran
descubrimiento es el Carrer Petritxol, donde una
serie de cuadros cerámicos obra de M. Guivernau, Jordi
Aguadé Clos y algunos graffitis hacen las delicias de nuestra
ruta. En el Carrer Petritxol nº 3 se encuentra el graffiti
más modernista de todos, se trata de un homenaje al pintor Ramon
Casas (que curiosamente expuso algunas de sus obras en una
galería de esta misma calle) y de su obra “Ramon Casas i Pere
Romeu en un tàndem”. En la otra pared se encuentra un cuadro
mosaico de “L'Auca del Senyor Esteve”; una representación
de los 27 capítulos de la obra de Santiago Rusiñol que
intentó reflejar la sociedad modernista y como vivía la burguesía
catalana y los artistas en aquella época. Varios mensajes cívicos
sobreviven en mayólica en el Carrer Petritxol; la primera
calle peatonal de Barcelona. Os recomiendo seguir admirando los
diferentes graffitis y mosaicos que se suceden por esta calle, que
son muchos y variados, hasta llegar al nº 18 donde se encuentra un
hermoso homenaje a Whitney Houston del artista
francés Rice.
Salimos hacia la
izquierda al Carrer de la Portaferrissa y llegamos a Las
Ramblas este es el final del Barrio Gótico de Barcelona y aquí
finaliza la primera parte de esta ruta del graffiti por la Ciudad
Condal. Si os ha gustado también podéis leer:
Si queréis leer algo más
sobre rutas de graffitis por Barcelona, aquí os dejo mi primer post escrito sobre este arte callejero.
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